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martes, 26 de abril de 2016

 
 
 

Esperma de huracanes

 
¡Es la cola, madre, la del huracán!
Se desprende desde arriba.
…Y cuelga.
Cuelga como arete
coqueteando ley de embudo
que trae tempestades.
Ciegos. Dormidos.
Todos la comparan
con el dedo huesudo
de una mano negra
presionando el botón
…del mudo. 
 
Cuelga, al que se oponga.
 
¡Es la cola, madre, la del huracán!
El cálamo de los tiempos
que escribe la historia
que nadie entiende
que se va muriendo
que es presa de su propio caos.
-Qué ya va saliendo…
qué no madre
qué no va saliendo
qué hasta dicen que va huyendo
que a trompicones
que pues no encuentra la salida 
que es cola
que cuelga
y que tropieza.
 
¿Que’s qué?
 
¡Es la cola, madre, la del huracán!
De esa que se fue formando
de entre los escombros
de cada uno de sus tropiezos,
de los que animaba escorias con ropas
de hombres
de tiempos disparejos,
de relojes rotos,
de días de urgencia,
de los 43 muertos en las protestas,
de colas, madre,
de colas para comprar comida,
de estos tiempos que ya no se aguantan,
de épocas de injerencia,
de bocas silentes,
de noticias,
de alarma,
de trampa,
de lo que sale a luz en las re-
des sociales,
del féisbu,
del túiter,
de la
denuncia y el silencio cómplice…
 
Cola que cuelga y tropieza…
¿Entre repugnantes ánimas de hombres escoria?
 
Así mismo es…
 
¡Es la cola, madre, la del huracán!
Fue el miedo.
Fue él que no les dejó ver.
Fue la ilusión y ahora ellos son la cola.
Fue, si madre, fue él y la ilusión.
Fue cola y
fue cabeza.
Fue, eso fue.
Fue de los hombres boquiabiertos.
Fue, culpa fue, de los que idolatraron.
Fue su aparente magnificencia.
Fue, culpa fue, de los alborotados.
Fue, de esos fue, por la ambición del dinero.
Fue, por causa fue, de los hombres nuevos.
Fuente de agua sucia de los malogrados, eso fue.
Fue, por ellos fue…
 
…Y ahora, todos huyeron.
Se les encuentra en el extranjero.
Hablando están de Dios,
se volvieron muy cristianos
pero poco les importó
el caos que atrás dejaron.
Entre el equipaje
los colores se llevaron.
Los verdes, se llevaron.
Los amarillos,
los azules,
los rojos, todos.
Los papeles de colores, se llevaron.
Los que compran.
Los que mienten.
Los que corrompen.
Sólo a esos dejaron…
 
Cola que cuelga y tropieza entre repugnantes ánimas de hombres nuevos, escoria que ahora son cabeza y cola…
 
¡Es la cola, madre, la del huracán!
Y, si la creación de Dios,
sembró en el hombre
albedríos frágiles y confusos,
es de tontos suponer que un hombre
pueda hacer mejores hombres.
 
¿Hombres nuevos?
¿Cola que cuelga vuelta esperma de huracanes?
 
Así mismo es…
¡Es la cola, madre, la del huracán!
 
 
Abr. 2013...
 
Abr. 2016.

miércoles, 13 de abril de 2016

La lucha de los desnudos (vendrá).


  

 

La lucha de los desnudos


(Vendrá).






La libertad no existe,

delirio de infinitas moralejas,

es otra fábula de la vida…

Fue, en una noche de pasos silentes.

Después de arduos días de labores,

llegaron las protestas

y arribaron los sacrificios,

las risas,

los llantos, cantos,

tantos mantos hartos;

embebidos de llantos,

en el descuaje de las ilusiones,

cuando el artesano de diamantes

intentó hacer reposar

a la libertad en su yacija.


Existió.


Auxiliada,

por cualquier señal,

de cualquier signo ortográfico.


¿Existió?

Existió...

¡Existió!


En sí, sólo la existencia...

Dónde quedó pues la libertad.

Acaso ¿entre ruinas del frondoso prolongado?


Verde, quedó manchado de rojo,

entre guerrillas y narcotráfico

hoy todo se confunde.

Perdida, acida, podrida.

Confusa trotamundos.

Ambulante, mendiga progreso,

y de eso,

sacaron partido los del Alba.


No puede existir

aquello que declina

al convivir entre ruines...

Y se le hiere de muerte

cuando el lenguaje se vuelve ambiguo:

-Los ruines nos traen la ruina

pintada de rojo rojo rojo rojo rojo rojo rojo rojo...


Con mucho tino me dijo la Zarzamora:


"Por suerte la memoria sigue viva
gracias a todos los que no olvidan,
y recuperan y siguen manteniendo vivos
los testimonios de aquellos
que perdieron sus vidas por ella,
para tumbar un sistema
que ya había nacido obsoleto.
Y por todos ellos, la libertad:
¡Sí existe!

…y seguirá existiendo".


¿Existe en el delirio libertario?

Sí que existe, 

¿Por qué es esencia

del hombre que aprendió

a volar sin alas?

De aquella serpiente que se levanta

…con plumas, se levanta.


Al haber sido provisto de razón,

se perdieron en el trueque

aquellos atributos con que gozan los animales.

Fueron amputados.


¡Prestancia!

es lo único que necesitan

para volar desde sus lenguas,

desde sus verdades, desde sus idiomas revueltos,

y unirse en la gran marcha continental.


…Y en el silencio de gobiernos cómplices

¡A tomar las en bajadas!

Ellos están para servir a sus pueblos

nunca los pueblos para servirles a ellos.

Marcha que viene caminando

con el tic-tac al que tanto temen.


La libertad está en manos

de aquellos que han despertado

y con valentía la llevan en el pecho

haciendo frente al hoy frágil

cicatero artesano de diamantes,

que nadie es, sin el apoyo

de aquellos quienes le levantan…







…No es un deliro esta semilla de libertad

De épicas luchas es la victoria conseguida

El bravo pueblo tiene hondas raíces de vida

Venezuela, demanda su única facultad


Pa´ fuera el invasor

Aquí pierdes batalla

Armados con fervor

Hoy tu derrota estalla


En himno de guerra a recuperar la verdad

La octava estrella es imagen de avería incluida

Que será devuelta a los Castro en su cobarde huida

Al vernos desnudos luchar ciudad por ciudad


Vamos ya con amor

Pueblo unido es muralla

Ya levanta el estor

Veloz huirá el canalla


FInal de tu vida brillo es la inmoralidad

DELeble será el recuerdo e imagen destruida

CAScajo de huesos y pellejo que va en salida

TROpezón de la historia sucumbió en la verdad…







Hay un poema sin fin…


Es en realidad un clamor,

un derecho, una identidad,

reside en el corazón de toda nación.

Propietario eterno

de luchas y verdad.


No, no es un delirio,

aunque los gobiernos callen

convirtiéndose en cómplices de la crueldad.

En manos de la historia quedará

reivindicar a todos aquellos caídos

que no permitieron al invasor

usurpar, lo que éste a silentes voces,

decía era parte de su propiedad.


La lucha de los desnudos vendrá.

¡Calle 350 ya!


No es un delirio,

Simplemente es la libertad…




08-11-2014