Sin devoción,
las estrellas jamás
se hubiesen
convertido en dioses.
Ni los dinosaurios,
crisálidas cantoras,
tendrían bellos plumajes.
Obra del tiempo es...
¿Dejaremos a la Shell perforar el Ártico?
Qué sádico es el dinero
para hacerle el amor
al progreso.
Trépanos gigantescos
que perforan
el cráneo del mundo...
Es hora de convocar
al guerrero de la cervatana
y que suenen
los palos
de agua.
Las piedras
serán testigo...
Carlos,
Ago. 2014
La próxima gran guerra tiene que ser contra las multinacionales y los políticos corruptos que las protegen.
ResponderEliminarY hay que ganarla.
Saludos.
Qué bellezón de poema Carlos.
ResponderEliminarSobre todo la primera y las tres últimas estrofas.
Ojalá aún queden piedras como testigos de entre la vorágine de la destrucción.
Pensé en M.A. Asturias.... sí, y en lo frondoso de la vegetación destruída por la sed de conquistas egocéntricas.
Besos, lindo.
Llegará el día que Gea desate el furor contra los hombres por tanto daño y dolor causado
ResponderEliminarHermosas letras siempre Carlos
Un beso grande
Bello poema Carlos, lleva un gran mensaje.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Testigos mudos...
ResponderEliminarBesos.