De la arcilla nacería la forma.
Recipiente que capturaría al alma.
...Fue en el crisol de la belleza donde
entregamos la libertad,
como carniceros en crisis, cortándole las
alas al Pegaso.
Imitando a las abejas, emprendimos la
búsqueda eterna de la simetría
recorriendo las hipotéticas avenidas del
paseo del girasol
como seres vehementes
calcinados en brazas de miel ardiente
...anhelo
de corazones insaciables que expelen vaho con
brío de bisontes.
El lugar de la sangre nunca estuvo en las
autopistas de las venas
...y, si la condenada hablara, sangre que al
inmortalizar palabras
eximiría de toda culpa a la tierra por ser
devorada por los gusanos.
Fugándose de la prisión de la arcilla,
es la sangre que va en busca de descanso.
Sangre condenada, firmó el pacto de eslabón
perdido, en el momento de la gran explosión
entre espíritu y materia. Dimensión
desconocida.
Vaga como asteroide errante en forma de
marejadas bermejas,
temblorosa e insaciable en su única necesidad,
los orígenes perdidos de paraísos que se
volvieron irreales al ser inventados
absurdos y utópicos, convenientes y
embusteros, afables y sanguinarios,
porque no es el hombre quien mata al hombre,
es él mismo que encamina su destino
arrojando culpas al vacío a ver quien las
captura
y carga con la desgracia de una muerte
tempranera, madrugona
pintoresca, de colores bermejos en amaneceres
de hombres nuevos.
La tierra seduce a la sangre, vistiéndose de
aposento fértil,
pintando de verde su pubis donde retoza la
serpiente,
abriendo un párpado de sombra, regala media
cara de un mundo al descubierto,
dejando media cara en tinieblas,
mantón de damisela medio desnuda
insinuante y sugestiva, dispuesta al
enfrentamiento,
al derramamiento, al arrebato de los
desiertos sedientos de lluvias,
como chupando granizadas en empaques de
cucuruchos de cabeza
en plena Semana Santa.
En el éxtasis de la sangre todo debe andar
d'al revés.
Abre entonces sus deleites dejando huir
cantos de sirenas
como violines mal tocados o trompetas
desafinadas, cuerdas y vientos
tan disonantes que en otras esferas llegan
con realidad de lamentos
agrietando la compostura de la forma que
nació de la arcilla,
provocando temor y silencio, caos para el hombre
y seducción para la sangre,
de memorias oscuras.
La sangre se vuelve libre porque nadie
entiende su pacto.
Monstruosa, la sangre observa con sus mil
ojos ansiosos e invisibles
todos ingenuos y multiplicados por mil,
ya quisiera uno con el alma de Salomón,
por diez mil
por cien mil
de donde nacen bocas y lenguas,
garras
dientes
colmillos
que muerden el fruto dulce del elixir de la
libertad
cuando se derrama plácida en sus entrañas
polvorientas,
preñándola...
Semillas germinadas en la irracionalidad,
sueños en vida
vidas desperdiciadas en sueños
con tesituras barítonas
de clara diferencia en sutilidades oscuras,
entarimadas en la farsa
que al ir retoñando despuntan en quimeras
regadas con lagrimones de ángeles,
suspiros helados escapándosele a cielos
grises de nubes con boca de embudo
y aliento húmedo con olor a verdolaga.
Mientras, los primitivos danzan enajenados
invocando a las lluvias
y el dictador les observa, entregándoles
tormentas bajo el nombre de comunismo.
En la ignorancia de la distancia todo luce
muy atractivo.
Es el pasmo de la creación,
las lluvias llegan pero son sangre
casi como plaga bíblica en medio de danzantes
timoratos
inmersos en rituales disentidos que los
condenan a la inercia
de la falsedad de los espejos y sus
melancólicas figuras vulnerables
que eructan hasta el infinito, la misma
escena de una explosión en cadena
de miles de estampas, mimetizando el
comportamiento colectivo
y el hundimiento en la espiral del miedo,
presas de alguna anaconda.
Encuentran final sofocante en la mano
constrictora de las tiranías,
mano de cinco serpientes desdentadas,
ensangrentada en lo alto de donde vienen las
lluvias
...pero son sangre.
Silenciando los espectros de tripas
hambrientas en rostros famélicos
de pómulos prominentes y ojos saltones, bocas
secas y lenguas sin saliva,
se cuelan entre callejones retorcidos como
serpientes
hediondos a meados
licor
tabaco
marihuana
basura
los cantos de sirenas que atraviesan paredes
mitológicas de mundos casi inexistentes,
reales únicamente al ser vistos a través del
prisma de su realidad intocable.
Mezclándose con aullidos de perros,
forman el opus del caos,
que para el herido que viaja en la ambulancia
parecen cantos de ángeles,
o porque se acerca trémulo a las puertas del
infierno
o porque son los cantos de su salvación,
del regreso a la vida que tanto amó en sus
silencios
y que hoy, se le escapa a través de la
regadera de sangre
que han hecho de su cuerpo.
Es más apacible una vida entera de silencio
sin violines ni trompetas,
permitiéndole a la sangre que encuentre su
camino en paz
porque el ruido sólo nos lleva a vivir toda
la vida en segundos,
para terminar viajando silenciados y viajando
por la eternidad...
Eso quieren los tiranos
a cambio les daremos: cantos de sirena...