Conseguí una entrevista de trabajo y me preguntaron que quería ser. Una caricatura, respondí. Como es de suponer no me dieron el trabajo; sin embaro, ya para salir del salón el entrevistador me llamó por mi nombre y me preguntó, porqué. Sonreí y salí.
Me fui pensando, las caricaturas aguantan con todo y por eso son eternas.
Carlos,
Sept. 2014
Yo te habría contratado.
ResponderEliminarAbzo
Jejejeje, no puedo decir más que gracias, tio!!
EliminarAbzo
Me dejaste pensando, Carlos... Aguantan todo, pero, sienten???
ResponderEliminarAbrazo
Mas me dejas pensando tú a mí... Interesante planteamiento. Creo que hay caricaturas que desde el momento de su creación están llenas de un profundo sentimiento.
EliminarAbrazo.
La respuesta deja una profunda inquietud, tal vez por eso el entrevistador no se quedó con la pregunta, es una respuesta que puede tener muchas interpretaciones... lo que representa la caricatura por ejemplo, pero daría mucho para hablar. Un abrazo, gracias por compartir.
ResponderEliminarEso mismo, la caricatura tiene interminables facetas. Para mí, uno de los mejores ejemplos de la vida misma.
ResponderEliminarUn abrazo
Esas entrevistas de trabajo ya de por sí son simples caricaturas... le devolviste bien la jugada.
ResponderEliminarBesos, Carlos.
Es verdad, lo son. Una maquinaria absorta en la producción y si no se consigue escapar, nosotros mismos nos convertimos en parte de eso.
EliminarBesos.
Que importante es aprender a apreciar tu caricatura.......para luego poder sonreír ante las caricaturas de los demás.........
ResponderEliminarEn el trabajo ellos se lo pierden......
Abrazos.
La verdad es que tengo una afición por la animación. Son tan romanticas, en fin. Para mí son geniales de encontrarles la dimensión adecuada.
EliminarAbrazos.
Me he quedado en blanco, te lo juro. Besos.
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